La guía del Hort de Rossell

Jordi
La guía del Hort de Rossell

Gastronomía

El enclave como la comida son excelentes. El sitio es espectacular. A un lado hay un estanque y al otro lado el mar. hay que reservar con vistas al estanque Recomiendo todos los arroces que hacen en especial el del senyoret y la paella valenciana clásica
38 ντόπιοι το προτείνουν
Restaurante Casa Salvador
s/n Avinguda de l'Estany
38 ντόπιοι το προτείνουν
El enclave como la comida son excelentes. El sitio es espectacular. A un lado hay un estanque y al otro lado el mar. hay que reservar con vistas al estanque Recomiendo todos los arroces que hacen en especial el del senyoret y la paella valenciana clásica
Camí Vell Restaurant
51 C/ Colon
Restaurante MontSant
35A Subida al Castillo
ORIGEN · gastronomia sostenible
7 ντόπιοι το προτείνουν
Restaurante El Túnel
22 C. Portal Valencia
7 ντόπιοι το προτείνουν
Restaurante El Caramelito
23 ντόπιοι το προτείνουν
Parador de El Saler
151 Avinguda dels Pinars
23 ντόπιοι το προτείνουν
Dos Estaciones
28 Carrer del Pintor Salvador Abril
80 ντόπιοι το προτείνουν
Quique Dacosta
1 Carrer Rascassa
80 ντόπιοι το προτείνουν
171 ντόπιοι το προτείνουν
Εργοστάσιο πάγου
37 C. de Pavia
171 ντόπιοι το προτείνουν

Lugares emblemáticos

Monasterio del siglo XIV situado a 5 minutos de la casa en medio del parque natural.
13 ντόπιοι το προτείνουν
Μονή της Σάντα Μαρία ντε λα Μούρτα
13 ντόπιοι το προτείνουν
Monasterio del siglo XIV situado a 5 minutos de la casa en medio del parque natural.
Ruta de 1h:30 donde ves a un lado el parque natural de los valles de la Murta y la Cassella y al otro el parque natural de la albufera junto al mar
Creu De Cardenal
Ruta de 1h:30 donde ves a un lado el parque natural de los valles de la Murta y la Cassella y al otro el parque natural de la albufera junto al mar
36 ντόπιοι το προτείνουν
Κάστρο της Ξάτιβα
s/n Subida al Castillo
36 ντόπιοι το προτείνουν
518 ντόπιοι το προτείνουν
La Lonja de la Seda
2 Carrer de la Llotja
518 ντόπιοι το προτείνουν
232 ντόπιοι το προτείνουν
Albufera
232 ντόπιοι το προτείνουν
26 ντόπιοι το προτείνουν
Monastery of Santa María de la Valldigna
s/n Plaça de l'Abadia
26 ντόπιοι το προτείνουν
70 ντόπιοι το προτείνουν
Veles e Vents
70 ντόπιοι το προτείνουν
228 ντόπιοι το προτείνουν
Πύργοι του Κουαρτ
1 Plaça de Santa Úrsula
228 ντόπιοι το προτείνουν
368 ντόπιοι το προτείνουν
Plaza de la Virgen
4 Plaça de la Verge
368 ντόπιοι το προτείνουν
182 ντόπιοι το προτείνουν
Mercat Central
182 ντόπιοι το προτείνουν
Playa Dossel
49 Av. del Dossel
26 ντόπιοι το προτείνουν
Playa de El Saler
26 ντόπιοι το προτείνουν
Platja del Brosquil
Παραλία Ραμπντέλς
1 Carrer del Eurocamping

Información sobre la ciudad

Nada menos que dos papas que ha tenido la Iglesia católica a lo largo de la historia, Calixto III y Alejandro VI, mantienen un vínculo muy estrecho con Xàtiva. Pocas ciudades del mundo pueden presumir de conservar tal legado. El recuerdo de ambos pontífices, tío y sobrino respectivamente, perdura en la localidad valenciana de la comarca de La Costera en forma de ruta que puede realizar el viajero amante del pasado y el patrimonio. La ciudad de las Mil Fuentes es un lugar donde perderse entre calles empedradas cargadas de pasado disfrutando de panorámicas espectaculares. Para conocer el poso que la familia Borja (Borgia en italiano) ha dejado en la ciudad que vio nacer a Rodrigo de Borja (Alejandro VI, que fue papa de Roma de 1492 a 1503), conviene que el viajero se prepare a conciencia, porque hay mucho por ver y disfrutar. La primera parada del itinerario le lleva a la Colegiata. La conocida como la Seu (aunque no posea rango de sede episcopal) es quizá, junto al castillo, el edificio más emblemático de Xàtiva. En este edificio del siglo XVI, declarado Monumento Nacional, están enterrados varios miembros de la familia Borja. Cuenta con el cáliz de Calixto III, una hermosa pieza de orfebrería gótica en oro, que fue regalada a la Colegiata por el papa. Su museo alberga bulas y valiosos tesoros artísticos de los Borja. En el atrio de su fachada principal se encuentran las esculturas en bronce de los dos pontífices, realizadas por Octavio Vicent. Muy cerca de aquí, en la portada del Palacio del Arcediano se conservan los escudos originales de los Borja como obispos de Valencia. Seguimos los pasos del viajero ahora hasta la iglesia de San Francisco (calle Moncada, 1), que está catalogada como Bien de Interés Cultural. Su ubicación en una eminente zona noble de Xàtiva hizo que se utilizara como panteón de parte de la nobleza setabenese. Allí fueron sepultados personajes como el Conde de Urgell, ascendientes y parientes de los pontífices de la casa de Borja, los Condes de Toreno o los Bertrán de Lis. Convento de Santa Clara También llamado monasterio de la Asunción, el convento franciscano de Santa Clara es un edificio conventual de estilos gótico y barroco construido en el siglo XIV del que fue abadesa Beatriz de Borja. Hoy conserva el refectorio y dormitorio medievales, reformados en los siglos XVII y XVIII. Si el viajero pone dirección hacia la zona este, en dirección al barrio de San Pedro, se topará con la plaza de Aldomar, que antes se llamaba de Los Borja, donde se levanta la casa natalicia de Alejandro VI. En la calle Corretegeria, al dejar atrás el Hospital Mayor (siglos XV y XVI) y después de una sucesión de palacios varios, el viajero puede acercarse hasta el Museo de Bellas Artes, que tiene dos sedes (el antiguo Almudín renacentista y la barroca Casa de la Ensenyança) para conocer otra joya del pasado: la antigua capilla Borja de la que fuera Colegiata gótica de la ciudad. De obligada visita resulta una de las escasas fuentes góticas que se conservan en España. Se trata de la Fuente de la Trinitat, que se muestra al viajero con copa octogonal. Alterna los escudos de la ciudad y del Reino, que inicialmente eran policromados. Iglesia de Sant Pere A mediados del siglo XV se levantó la iglesia de Sant Pere. Rodrigo de Borja (Alejandro VI), fue bautizado aquí en 1432. Dispone de una sola nave con tres arcos diafragmáticos y un artesonado mudéjar. No debe olvidarse el viajero de visitar el retablo cerámico de Casa Artigues, de estilo rococó. Destaca porque representa a hijos ilustres reales e imaginarios de Xàtiva, entre ellos a Calixto III y Alejandro VI. La Ruta de los Borja en Xàtiva puede concluir con sendas visitas a la ermita de Santa Ana y el castillo de la localidad. La primera, situada en la cima del cerro de mismo nombre, fue erigida por el cardenal Rodrigo de Borja en 1456. Mientras, en la espectacular fortaleza de la localidad valenciana fue encarcelado y ejecutado Diego de Borja, hermano de San Francisco de Borja en el siglo XVI. Fue acusado de un asesinato enmarcado en las rivalidades entre bandos nobiliarios propias de la época. Xàtiva es una ciudad cultural que guarda en su conjunto histórico-artístico la huella del paso de diversas civilizaciones que dejaron en ella su cultura, monumentos y episodios históricos.
39 ντόπιοι το προτείνουν
Xàtiva
39 ντόπιοι το προτείνουν
Nada menos que dos papas que ha tenido la Iglesia católica a lo largo de la historia, Calixto III y Alejandro VI, mantienen un vínculo muy estrecho con Xàtiva. Pocas ciudades del mundo pueden presumir de conservar tal legado. El recuerdo de ambos pontífices, tío y sobrino respectivamente, perdura en la localidad valenciana de la comarca de La Costera en forma de ruta que puede realizar el viajero amante del pasado y el patrimonio. La ciudad de las Mil Fuentes es un lugar donde perderse entre calles empedradas cargadas de pasado disfrutando de panorámicas espectaculares. Para conocer el poso que la familia Borja (Borgia en italiano) ha dejado en la ciudad que vio nacer a Rodrigo de Borja (Alejandro VI, que fue papa de Roma de 1492 a 1503), conviene que el viajero se prepare a conciencia, porque hay mucho por ver y disfrutar. La primera parada del itinerario le lleva a la Colegiata. La conocida como la Seu (aunque no posea rango de sede episcopal) es quizá, junto al castillo, el edificio más emblemático de Xàtiva. En este edificio del siglo XVI, declarado Monumento Nacional, están enterrados varios miembros de la familia Borja. Cuenta con el cáliz de Calixto III, una hermosa pieza de orfebrería gótica en oro, que fue regalada a la Colegiata por el papa. Su museo alberga bulas y valiosos tesoros artísticos de los Borja. En el atrio de su fachada principal se encuentran las esculturas en bronce de los dos pontífices, realizadas por Octavio Vicent. Muy cerca de aquí, en la portada del Palacio del Arcediano se conservan los escudos originales de los Borja como obispos de Valencia. Seguimos los pasos del viajero ahora hasta la iglesia de San Francisco (calle Moncada, 1), que está catalogada como Bien de Interés Cultural. Su ubicación en una eminente zona noble de Xàtiva hizo que se utilizara como panteón de parte de la nobleza setabenese. Allí fueron sepultados personajes como el Conde de Urgell, ascendientes y parientes de los pontífices de la casa de Borja, los Condes de Toreno o los Bertrán de Lis. Convento de Santa Clara También llamado monasterio de la Asunción, el convento franciscano de Santa Clara es un edificio conventual de estilos gótico y barroco construido en el siglo XIV del que fue abadesa Beatriz de Borja. Hoy conserva el refectorio y dormitorio medievales, reformados en los siglos XVII y XVIII. Si el viajero pone dirección hacia la zona este, en dirección al barrio de San Pedro, se topará con la plaza de Aldomar, que antes se llamaba de Los Borja, donde se levanta la casa natalicia de Alejandro VI. En la calle Corretegeria, al dejar atrás el Hospital Mayor (siglos XV y XVI) y después de una sucesión de palacios varios, el viajero puede acercarse hasta el Museo de Bellas Artes, que tiene dos sedes (el antiguo Almudín renacentista y la barroca Casa de la Ensenyança) para conocer otra joya del pasado: la antigua capilla Borja de la que fuera Colegiata gótica de la ciudad. De obligada visita resulta una de las escasas fuentes góticas que se conservan en España. Se trata de la Fuente de la Trinitat, que se muestra al viajero con copa octogonal. Alterna los escudos de la ciudad y del Reino, que inicialmente eran policromados. Iglesia de Sant Pere A mediados del siglo XV se levantó la iglesia de Sant Pere. Rodrigo de Borja (Alejandro VI), fue bautizado aquí en 1432. Dispone de una sola nave con tres arcos diafragmáticos y un artesonado mudéjar. No debe olvidarse el viajero de visitar el retablo cerámico de Casa Artigues, de estilo rococó. Destaca porque representa a hijos ilustres reales e imaginarios de Xàtiva, entre ellos a Calixto III y Alejandro VI. La Ruta de los Borja en Xàtiva puede concluir con sendas visitas a la ermita de Santa Ana y el castillo de la localidad. La primera, situada en la cima del cerro de mismo nombre, fue erigida por el cardenal Rodrigo de Borja en 1456. Mientras, en la espectacular fortaleza de la localidad valenciana fue encarcelado y ejecutado Diego de Borja, hermano de San Francisco de Borja en el siglo XVI. Fue acusado de un asesinato enmarcado en las rivalidades entre bandos nobiliarios propias de la época. Xàtiva es una ciudad cultural que guarda en su conjunto histórico-artístico la huella del paso de diversas civilizaciones que dejaron en ella su cultura, monumentos y episodios históricos.
El sobrenombre de ‘bressol de la taronja‘ para referirse a Carcaixent no es casual, pues esta localidad de la Ribera Alta conduce a pensar, sentir y oler a naranja. La primera explotación de cítricos nació como un experimento, pero rápidamente logró cautivar a la población de Carcaixent convirtiendo el cultivo de la naranja en uno de los negocios más prósperos y atractivos de finales del s. XIX. Inversores y trabajadores llegaron a Carcaixent de diferentes puntos del mapa dejando una huella imborrable que todavía se puede apreciar cuando se pasea por sus calles. Durante esta época se construyeron huertos tan emblemáticos como l’Hort de Sant Vicent o l’Hort de l’ermita y se levantó El Magatzem de Ribera, el Asilo y la casa de la Reial Séquia. La ciudad creció a un ritmo nunca visto y todo ello rodeado de una dinámica vida social y cultural sin precedentes que llegó a convertirse en un referente para todas las poblaciones de la zona. Hoy en dia queda un riquísimo patrimonio humano, urbano y agrícola que tiene en el movimiento artístico del modernismo la manera de plasmar el esplendor y dinamismo que desbordaba la ciudad a principios de siglo. Una buena manera de conocer ese patrimonio sería llegar en tren a Carcaixent. La estación está dentro de la ciudad, muy cerca de los restos de la antigua línea de tren que tuvo Carcaixent. Delante de la estación se encuentra el Magatzem de Ribera (1903), conocido como la Catedral de la Taronja. Un edificio eclecticista con rasgos modernistas que por sí solo justifica una visita a Carcaixent. La combinación de materiales, el cuidado trabajo de la forja y la madera, así como la utilización de columnas de fundición y la racionalización del espacio lo convierten en una obra paradigmática de la época. A partir de aquí, el periplo conduce a los visitantes por las calles de la Missa, Sant Llorenç, etc., donde se asientan las casas de las principales familias locales, que enriquecidas por la naranja, reformaron sus viviendas con el gusto del momento. Al llegar a la plaza Mayor se puede disfrutar de un espacio urbano armónico, donde destaca la Parròquia de l’Assumpció, el ayuntamiento y el Palau de la Marquesa de Montortal, con una cocina del siglo XVIII única por sus características y conservación. A partir de este punto existen diversas opciones. Por un lado, el trayecto puede proseguir por la calle Marquesa de Montortal para continuar admirando las grandes casas cargadas de detalles. También se puede transitar por la calle Santíssim para adentrarse en el casco viejo, donde se encuentran antiguas mansiones construidas gracias a la potencia de la industria sedera y reformadas con las ganancias del comercio naranjero. Por otro lado, puede buscarse la calle Julià Ribera para cruzar el ensanche modernista. La voluntad de reivindicar y poner en valor la riqueza del patrimonio modernista en Carcaixent es lo que ha llevado a organizar la Fira Modernista. Un acontecimiento único en la Comunitat Valenciana en el que la ambientación, las degustaciones gastronómicas, las visitas a los edicficios y a los huertos monumentales, las recreaciones históricas, los concursos y el completo programa de actividades son capaces de transportar a la gente a principios del s. XX. Una excelente oportunidad para viajar en el tiempo y descubrir el potencial modernista que esconde Carcaixent.
Carcaixent
El sobrenombre de ‘bressol de la taronja‘ para referirse a Carcaixent no es casual, pues esta localidad de la Ribera Alta conduce a pensar, sentir y oler a naranja. La primera explotación de cítricos nació como un experimento, pero rápidamente logró cautivar a la población de Carcaixent convirtiendo el cultivo de la naranja en uno de los negocios más prósperos y atractivos de finales del s. XIX. Inversores y trabajadores llegaron a Carcaixent de diferentes puntos del mapa dejando una huella imborrable que todavía se puede apreciar cuando se pasea por sus calles. Durante esta época se construyeron huertos tan emblemáticos como l’Hort de Sant Vicent o l’Hort de l’ermita y se levantó El Magatzem de Ribera, el Asilo y la casa de la Reial Séquia. La ciudad creció a un ritmo nunca visto y todo ello rodeado de una dinámica vida social y cultural sin precedentes que llegó a convertirse en un referente para todas las poblaciones de la zona. Hoy en dia queda un riquísimo patrimonio humano, urbano y agrícola que tiene en el movimiento artístico del modernismo la manera de plasmar el esplendor y dinamismo que desbordaba la ciudad a principios de siglo. Una buena manera de conocer ese patrimonio sería llegar en tren a Carcaixent. La estación está dentro de la ciudad, muy cerca de los restos de la antigua línea de tren que tuvo Carcaixent. Delante de la estación se encuentra el Magatzem de Ribera (1903), conocido como la Catedral de la Taronja. Un edificio eclecticista con rasgos modernistas que por sí solo justifica una visita a Carcaixent. La combinación de materiales, el cuidado trabajo de la forja y la madera, así como la utilización de columnas de fundición y la racionalización del espacio lo convierten en una obra paradigmática de la época. A partir de aquí, el periplo conduce a los visitantes por las calles de la Missa, Sant Llorenç, etc., donde se asientan las casas de las principales familias locales, que enriquecidas por la naranja, reformaron sus viviendas con el gusto del momento. Al llegar a la plaza Mayor se puede disfrutar de un espacio urbano armónico, donde destaca la Parròquia de l’Assumpció, el ayuntamiento y el Palau de la Marquesa de Montortal, con una cocina del siglo XVIII única por sus características y conservación. A partir de este punto existen diversas opciones. Por un lado, el trayecto puede proseguir por la calle Marquesa de Montortal para continuar admirando las grandes casas cargadas de detalles. También se puede transitar por la calle Santíssim para adentrarse en el casco viejo, donde se encuentran antiguas mansiones construidas gracias a la potencia de la industria sedera y reformadas con las ganancias del comercio naranjero. Por otro lado, puede buscarse la calle Julià Ribera para cruzar el ensanche modernista. La voluntad de reivindicar y poner en valor la riqueza del patrimonio modernista en Carcaixent es lo que ha llevado a organizar la Fira Modernista. Un acontecimiento único en la Comunitat Valenciana en el que la ambientación, las degustaciones gastronómicas, las visitas a los edicficios y a los huertos monumentales, las recreaciones históricas, los concursos y el completo programa de actividades son capaces de transportar a la gente a principios del s. XX. Una excelente oportunidad para viajar en el tiempo y descubrir el potencial modernista que esconde Carcaixent.