La guía deJorge

Jorge
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Lugares Turísticos

Lugares Turísticos para visitar
Puerto Iguazú es la puerta de entrada a un mundo de verdes intensos, vegetación profunda. Maravillosos saltos de agua, ríos que se deshacen en colosales cataratas y cientos de especies de vida salvaje. Ubicada en el extremo noroeste de la provincia de Misiones, la ciudad de Puerto Iguazú es el lugar ideal para iniciar un viaje por la selva misionera. Caracterizada por sus espesas arboleadas y un típico clima subtropical, la selva misionera ocupa algo más de la tercera parte de Misiones. Es obvio el comienzo del itinerario por la selva lo constituyen las cataratas del Iguazú. Ubicadas a menos de 30 kilometros de Puerto Iguazú, en la frontera misma entre la Argentina y Brasil, fueron elegidas en el 2011 como una de las 7 Maravillas Naturales del Mundo. Están formadas por 275 saltos, de los cuales el 80 % se encuentra en territorio argentino. La imponente Garganta del Diablo, se precipita desde una altura superior a los 80 metros.
8 ντόπιοι το προτείνουν
Misiones Province
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Puerto Iguazú es la puerta de entrada a un mundo de verdes intensos, vegetación profunda. Maravillosos saltos de agua, ríos que se deshacen en colosales cataratas y cientos de especies de vida salvaje. Ubicada en el extremo noroeste de la provincia de Misiones, la ciudad de Puerto Iguazú es el lugar ideal para iniciar un viaje por la selva misionera. Caracterizada por sus espesas arboleadas y un típico clima subtropical, la selva misionera ocupa algo más de la tercera parte de Misiones. Es obvio el comienzo del itinerario por la selva lo constituyen las cataratas del Iguazú. Ubicadas a menos de 30 kilometros de Puerto Iguazú, en la frontera misma entre la Argentina y Brasil, fueron elegidas en el 2011 como una de las 7 Maravillas Naturales del Mundo. Están formadas por 275 saltos, de los cuales el 80 % se encuentra en territorio argentino. La imponente Garganta del Diablo, se precipita desde una altura superior a los 80 metros.
Finalmente, el rumbo de la selva misionera nos lleva hasta los saltos del Moconá y la reserva de Biósfera Yabotí, separados ambos lugares por apenas 20 kilómetros. Los saltos del Moconá son unas cascadas de más de 3 kilómetros de extensión que cortan por el medio el curso del río Uruguay como si se tratara de una quebrada desparramada longitudinalmente entre las aguas. En Moconá resulta imprescindible subirse a una lancha para navegar durante un tiempo el río de cara a los saltos, en especial cuando el río Uruguay está lo suficientemente bajo como para apreciar las caídas del agua en toda su magnitud. Por su parte, la Reserva de Biósfera Yabotí es un área protegida creada hace menos de 30 años con el objetivo de preservar especies características de la selva misionera que se encuentra en estado de vulnerabilidad o amenazada de extinción, entre ellas el majestuoso yaguareté. Dentro de Yabotí es aconsejable aprovechar los senderos marcados para hacer observación de la más de 100 especies de aves que allí conviven, entre ellas la yacutinga, la pájaro campana, el jote real, el tucán banana, la pava de monte y el águila arpía.
Saltos del Moconá
Saltos del Moconá
Finalmente, el rumbo de la selva misionera nos lleva hasta los saltos del Moconá y la reserva de Biósfera Yabotí, separados ambos lugares por apenas 20 kilómetros. Los saltos del Moconá son unas cascadas de más de 3 kilómetros de extensión que cortan por el medio el curso del río Uruguay como si se tratara de una quebrada desparramada longitudinalmente entre las aguas. En Moconá resulta imprescindible subirse a una lancha para navegar durante un tiempo el río de cara a los saltos, en especial cuando el río Uruguay está lo suficientemente bajo como para apreciar las caídas del agua en toda su magnitud. Por su parte, la Reserva de Biósfera Yabotí es un área protegida creada hace menos de 30 años con el objetivo de preservar especies características de la selva misionera que se encuentra en estado de vulnerabilidad o amenazada de extinción, entre ellas el majestuoso yaguareté. Dentro de Yabotí es aconsejable aprovechar los senderos marcados para hacer observación de la más de 100 especies de aves que allí conviven, entre ellas la yacutinga, la pájaro campana, el jote real, el tucán banana, la pava de monte y el águila arpía.
Más allá de sus bellezas naturales, el recorrido por las tierras de la selva misionera ofrece también una serie de delicias gastronómicas propias de la cocina del extremo noroeste argentino. Misiones cuenta con sabores muy característico de una provincia con enormes recursos alimenticios. Platos que aprovechan el sabor de los pescados de río, como el surubí y pacú; la mandioca, que a nivel provincial ocupa 25.000 hectáreas de cultivo; o las frutas locales como guabirá y yabuticaba. Exquisiteces para disfrutar envueltos en la atmósfera de la selva misionera. Todo allí, partiendo de Puerto Iguazú.
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Más allá de sus bellezas naturales, el recorrido por las tierras de la selva misionera ofrece también una serie de delicias gastronómicas propias de la cocina del extremo noroeste argentino. Misiones cuenta con sabores muy característico de una provincia con enormes recursos alimenticios. Platos que aprovechan el sabor de los pescados de río, como el surubí y pacú; la mandioca, que a nivel provincial ocupa 25.000 hectáreas de cultivo; o las frutas locales como guabirá y yabuticaba. Exquisiteces para disfrutar envueltos en la atmósfera de la selva misionera. Todo allí, partiendo de Puerto Iguazú.